“… Malditos seáis los fantasmas jugáis con ventaja, doléis de verdad…”
A veces pienso que tengo un fantasma acompañándome allí donde voy, un fantasma que camina conmigo, que mora en mí… en un rincón especial está...
… Llegó como por casualidad y ahí se quedó… un fantasma acampado en mi alma, un fantasma maravilloso, un fantasma sorprendente, un fantasma al que quise con locura, un fantasma al que quiero, un fantasma distante, un fantasma desaparecido, un fantasma encerrado en su frasco de cristal, un fantasma ausente, un fantasma desconocido ahora, un fantasma …
… Un fantasma que no ha sabido estar a la altura, un fantasma que duele, un fantasma cobarde, un fantasma invasor, un fantasma cercano convertido en un gran extraño, un fantasma en mí, día tras día, aunque haya pasado el tiempo... el fantasma sigue ahí…
… Me he acostumbrado a estar con él… me cuesta desterrarlo, quitarlo de ahí, dejar de darle importancia… y sé que debería hacerlo… pero siento que el capítulo está por cerrar… Posiblemente el destino no deje que el capítulo se cierre nunca, o sí, no lo sé…
… Ojalá un día el fantasma deje de doler, ojalá el sitio que ocupa, la huella que ha dejado, cicatrice un poquito más… Poco a poco los puntos de la herida se van secando, pero de vez en cuando un punto se suelta, cuando el fantasma anda cerca, y entonces todo vuelve a doler otra vez...
Quiero creer que para ti, Fantasma, todo ésto es fácil, nunca he deseado que no lo fuera, simplemente me cuesta creer que sea así, pero quizás lo sea, ahora que eres un gran desconocido para mí.
… Llegó como por casualidad y ahí se quedó… un fantasma acampado en mi alma, un fantasma maravilloso, un fantasma sorprendente, un fantasma al que quise con locura, un fantasma al que quiero, un fantasma distante, un fantasma desaparecido, un fantasma encerrado en su frasco de cristal, un fantasma ausente, un fantasma desconocido ahora, un fantasma …
… Un fantasma que no ha sabido estar a la altura, un fantasma que duele, un fantasma cobarde, un fantasma invasor, un fantasma cercano convertido en un gran extraño, un fantasma en mí, día tras día, aunque haya pasado el tiempo... el fantasma sigue ahí…
… Me he acostumbrado a estar con él… me cuesta desterrarlo, quitarlo de ahí, dejar de darle importancia… y sé que debería hacerlo… pero siento que el capítulo está por cerrar… Posiblemente el destino no deje que el capítulo se cierre nunca, o sí, no lo sé…
… Ojalá un día el fantasma deje de doler, ojalá el sitio que ocupa, la huella que ha dejado, cicatrice un poquito más… Poco a poco los puntos de la herida se van secando, pero de vez en cuando un punto se suelta, cuando el fantasma anda cerca, y entonces todo vuelve a doler otra vez...
Quiero creer que para ti, Fantasma, todo ésto es fácil, nunca he deseado que no lo fuera, simplemente me cuesta creer que sea así, pero quizás lo sea, ahora que eres un gran desconocido para mí.