domingo, 17 de febrero de 2008

Cuando la pena cae sobre mi

Mucho tiempo sin escribirte recuncho, sin dedicarte ni un minuto de mi excaso tiempo ultimamente.

La ultima vez q escribí simplemente ponía una vela, una luz quizás de esperanza, esperanza que se desvanece día tras día y sólo queda la pena, la impotencia y el dolor. Intento ser fuerte, pero es inmensamente difícil, intento ser optimista, pero las noticias no son propicias para eso...

Esta enfermedad te azota así de golpe, sin dejarte tiempo a reaccionar, y así llevamos más de un mes abuela, viendo como cada día que pasa te apagas un poco más. Ojalá pudiera atrapar todos los momentos contigos, todas las miradas de complicidad que siempre tuvimos, todos los mimos y los besos, todas la veces que me llamabas "la pequena" o "la nena", sé que nadie me lo llamará nunca como tú lo haces... Ojalá pudiera creer en los milagros como hace el abuelo, ojalá existieran de verdad.

Gracias por tu cariño, por tu inmenso cariño y por todos tus gestos, esos que sólo tu y yo sabemos los guardaré en mi corazón siempre. Gracias por guardarme los secretos, gracias por ser la mejor abuela del mundo, gracias por sonreir desde tu cama cuando llego al hospital, gracias gracias gracias...