jueves, 24 de mayo de 2007

Tren de alta velocidad...

Podríamos decir que tenía un día estupendo hasta que un amargado (porque no se le puede llamar de otra manera) se me cruza en mi happy day y me hace sacar mi vena borde y mi arrebato impulsivo tal cual tren de alta velocidad, y al decir estas palabras no puedo evitar acordarme de alguien...
Al volver a casa, una canción en la radio me hizo recordar cierto verano, quizás el mejor verano de mi vida, tras el que vino el peor invierno también, pero una canción que cuando la escucho la grito, la grito con fuerza, porque me recuerda momentos, circunstancias, risas, llantos, complicidades y malas jugadas del destino.

No quedan días de verano para pedirte perdón
para borrar del pasado el daño que te hice yo.
Sin besos de despedida y sin palabras bonitas
porque te miro a los ojos y no me sale la voz.

Si pienso en ti siento que esta vida no es justa
Si pienso en ti y en la luz
de esa mirada tuya
No me quedan días de verano el viento se las llevó
un cielo de nubes negras cubría el último adiós
fue sentir de repente tu ausencia como un eclipse de sol
¿por qué no vas a mi vera?
Si pienso en ti siento que esta vida no es justa
Si pienso en ti y en la luz de esa mirada tuya
esa mirada tuyaaaa...
Es de esos días de verano
vivo en el reino de soledad
nunca vas a saber como me siento
nadie va a adivinar como te recuerdo
Si pienso en ti y siento que esta vida no es justa
si pienso en ti...
esa mirada tuya
No me quedan días de verano
Aunque volvieran los días de verano, no pediría perdón, porque no tengo ningún motivo para hacerlo, el suceder de los hechos cada vez me hace verlo más claro y más cierto, sin embargo sigues pesando, parte de tu equipaje todavía sigue aquí... Y yo sigo montada en mi tren, como tú dices, y aunque no sé muy bien a donde voy si estoy segura de en qué estación no me quiero bajar... quizás algún día tenga que darte las gracias por enseñarme a pasar de largo ante tu estación...

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